Friday, August 15, 2008

Sergi dijo "vamos a hechar unos tragos"

Y que nos la tomamos literal, resulta ser que primero nos secuestra a mi y a "Filete" quesque andaba estresadon de la chamba y que requiria que fueramos a hecharnos unos tragos coquetones, entonces yo hice lo unico que puedo hacer en estos casos, y acepte, paso por mi, pasamos por Filete, le hablo a los Sres.parejas de las 2 secuestradas y el mio al enterarse de dicha abduccion le contesto "ah pues que huevotes eh!", y asi nos enfilamos hacia el lugar donde hariamos un desorden y casi nos corren a patadas, todo iba muy bien despues de 1 o 2 litros de chela cada quien, hasta que llego el Negris (mi adorado tormento)y Pichoco (pareja de filete) tambien ellos con mucha sobriedad y en motos, pichoko dolidon porque el negris le gano un arrancon, y pues asi continuamos en esa tarde amena, platicando de esto y aquello, que si los planes de la Salada, que si la bienvenida de la Princess, que si un conocido de todos empastelo a su ex (basicamente el comentario fue de -que pendejo-), and so on. En eso Sergi y el Negro piden un tequila, cuando eso sucede es como el "mal de los zapatos" que me dá, ese que cuando ya me quito los zapatos valio madres y quiere decir que satanas y belcevu se me meten y a hechar desmadre en serio... Total que se chingan su tequila y comienzan a chingar por pantalla (mandar mensajes en las teles y/o pantallas de el lugar) a Pichoko, casualmente pichoko tiene 28 años y se la pasa diciendole ruco al negro que tiene 31, que si cuando sea como él va a pedir su "chopper" como el negro (broma de weyes que traen moto), que si cuando eso le pase a Pichoko es porque va a traer pañal, que mejor lo atropellemos el dia que lo veamos en una de esas, etc., vaya, ya les habia calentado la tatema al Negro y a Sergi, despues de el tequila y ponerle "Pichoko,tu mama te busca en la puerta" y "Pichoko, tomas como niña", el asunto se puso rudo, Pichoko en cada -Salud- decia "como alemanes" y hacia que los tarros desparramaran aquellas bebidas embriagantes, en una de esas, Filete mojo sin querer al Negro, Pichoko reta al Negro "Cuanto a que no te atreves a mojar a mi vieja", el Negro dice "no me retes" y madres le avienta la chela a Filete, Yo le vacio la chela a Pichoko por andar haciendo que mojen a mi amiga, Pichoko agarra y moja a Sergio nomas por wey y de paso al wey que estaba detras de él, dicho wey se emputa y la empieza a hacer de pedo, el primo de filete se disculpa por todos, y nosotros seguiamos pendejeando y bailando, disculpas a los meseros si las hubo por haberles dejado el desmadre, solamente pedimos agua al ultimo reservada para super empapar a Sergi... y asi fue como literalmente nos "aventamos unos tragos", llovia, nos fuimos en la moto, un pointer nos super baño a mi y al negris y reimos y reimos y reimos.... Hoy ya por fin es viernes y tengo una junta eterna de 10 a 13, despediremos a un practicante y a la "niña de las nueces", hechare la hueva y me preparare psicologicamente para el fin de semana...
El canelo sigue robado, dicen los judas que fueron a visitarme que "si no se nada" jajajaajaja seguramente les iba a decir "si pendejo, pero me gustra traerlos en el misterio"... osea chale...
Peace out!

1 comment:

Abel M said...

Literalmente, les llovió.

Acerca de los investigadores de la policía, puede parecerte como que son ineptos en su seguimiento al caso. Sin embargo, no te lo creas. Si van a preguntarte es porque nunca hay que descartar lo obvio. Que tal que hayan recuperado el vehículo ustedes mismos. Así, si ya está resuelto el caso --en el supuesto mencionado-- para qué seguir buscándole. Cuesta poco ir a preguntar.

Pero ya en serio, es una de las cuestiones más lamentables el estado de la procuración de justicia en nuestro país. Ciertamente, el robo de vehículos es un delito de difícil fiscalización, porque en esencia tienes que agarrar al perpetrador con las manos en la masa. Pero la inefectividad de los ministerios públicos y los cuerpos de prevención e investigación de delitos es monumental. Una fracción de los delitos que se comenten llegan a ser penados, y aun esos están bajo sospecha, ya que --en la mejor tradición inquisitorial-- es común que les carguen delitos mayores a pobres diablos que agarran por delitos menores. Luego resulta que son miembros (o hasta líderes) de bandas de asaltantes y secuestradores, cuando no pasan de ser meros ladronzuelos. Las autoridades se cuelgan la medalla, y cierran los casos. Mientras tanto, los verdaderos criminales andan sueltos --muchas veces inflitrados en las corporaciones policiacas, o viceversa, porque no sabe bien a bien si son los mismos.

Las cíclicas reformas y refundaciones en las cuerpos de policías resultan totalmente infructuosas porque el problema no son los individuos sino el sistema mismo el que está corrupto.

El mero hecho de que las autoridades "presenten" a los presuntos ante los medios, en eventos totalmente escenificados, en esencia juzgándolos ante la opinión pública, responde a una necesidad de mostrar avances donde en efecto no los hay. Cuando cuenta, ante el juez, las pruebas son insuficientes y los presuntos salen libres. Una cosa es decir que cometieron un delito, y otra cosa es demostrarlo fehacientemente.

Mucha gente cree que basta con la sospecha para condenar. Hasta que se encuentra del otro lado. La mejor justicia es la que requiere de que lo imputado se demuestre, y la carga está en la parte fiscalizadora demostrar los cargos, y no al revés. Es simple lógica básica, además de tener sustento en principios jurídicos antíguos.

Las víctimas frecuentemente se quejan que se defienden más los derechos de lo presuntos que de los afectados. Pero en realidad, son los derechos de todos. O qué, te gustaría que de pronto te acusaran de algo que no hiciste, y por el mero hecho de ser acusado, te condenen. A nadie le debe pasar eso, nunca (la razón fundamental, por ejemplo, por la cual estoy opuesto a la condena capital). No para defender los derechos de los culpables, sino la de los inocentes.

Pero vaya, ya me extendí --¡y apenas estoy calentando motores!-- en el comentario. Así que lo dejamos para otros tiempos.